Cotidianamente interactuamos en un entorno con patrones establecidos, comportamientos aceptados, normas, tradiciones que nos rigen aun en momentos muy personales. La apertura hacia aquello que no se ajusta a lo “establecido” es el primer paso lejos de la discriminación más cerca de una convivencia sana y respetuosa con nuestro mundo.
El autismo nos confronta con esta necesidad, por ello, la Organización de las Naciones Unidas celebra cada 2 de abril el Día Mundial del Autismo.
Día Mundial del Autismo: día de reflexión
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) abarca una serie de características evidentes desde los primeros años de vida del niño. Estas repercuten en su interacción social, aprendizaje, y en el modo de procesar su información sensorial.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño de cada 160 padece un trastorno del espectro autista en el mundo. La identificación de los síntomas permite un mayor conocimiento de esta afección neurológica, pero también es una importante herramienta para erradicar la discriminación.
Concientización del autismo
En el Día Mundial del Autismo, las sociedades, gobiernos y empresas de todo el mundo debemos reflexionar sobre cómo garantizar los derechos de quienes tienen este padecimiento.
Todos debemos estar informados y capacitados para que personas con alguna característica del espectro autista puedan desarrollarse con la misma plenitud y facilidades que cualquier otra persona. La meta no es sencilla pues debe lucharse contra muchos mitos y creencias erróneas sobre los diversos padecimientos.
Niños, protagonistas del Día del Autismo
Es en los primeros años de vida cuando los trastornos del espectro autista muestran sus síntomas. Todo padre de familia debe estar atento al desarrollo cognitivo y emocional de sus hijos, con el fin de identificar cualquier signo de alerta.
Estos signos son tanto emocionales como físicos y cognitivos desde el primer año de vida, por ejemplo: rechazo o falta de interés por la interacción social, alteraciones en sus ciclos de alimentación y descanso, lenta progresión en el lenguaje, aislamiento, movimientos repetitivos y sin causa aparente, etc.
Si un infante de 1 año no ha balbuceado, ni hace gestos de interacción social, o si un pequeño de 18 meses no se comunica con palabras sencillas, es urgente acudir con especialistas que puedan identificar la causa.
Una terapia efectiva, el apoyo incondicional de los padres y maestros genera un gran cambio en la vida de los pequeños con algún trastorno del espectro autista. Esto es lo que trata de explicar y difundir la OMS en el Día Mundial del Autismo.
Retos ante el autismo
El autismo representa un gran reto para el pequeño y para los padres, ya que con este padecimiento presentan diversos cambios y llanto frecuentemente debido al ruido de su entorno. Sin embargo, cada vez existen más especialistas y centros de terapia para brindar apoyo a todos los niños.
Este Día Mundial del Autismo comienza a tener más interacción y a ser más paciente y empático con quienes presentan este padecimiento.