La vulnerabilidad del ser humano se viste con la caridad de sus hermanos. Vestir al desnudo es uno de los actos más nobles que podemos realizar, siempre y cuando se haga con amor, compartiendo de lo que tenemos y no de lo que nos sobra.
Qué difícil es desprendernos de algo que nos gusta tanto y que nos cubre del frío. Sin embargo, es uno de los gestos que más agrada a Dios y que más nos une a Él en el amor por nuestros hermanos.
Vestir al desnudo tiene una connotación profunda. La falta de abrigo es un estado de vulnerabilidad ante los demás, de desprotección ante las inclemencias del tiempo. Vestir implica proteger, arropar, proporcionar dignidad. Por eso es una de las obras de caridad más valoradas por Dios.
La temporada invernal nos hace conscientes de esta realidad, ya que sabemos que hay alguien allá afuera que está pasando frío. Por eso, el apoyar con un abrigo, un suéter o una chaqueta puede permitirnos hacer vida la obra de misericordia de vestir al desnudo.
También puede ser que tenga tres abrigos y aunque los tres me gustan mucho, puedo donar alguno de ellos. Es importante que mi donación sea un acto de amor, por lo que debo preparar mi ofrenda: lavarla, coserle algún desperfecto y entregarla como el regalo especial que es.
¿Cómo puedo ayudar a vestir a mi prójimo?
Vestir al desnudo es una de las 7 obras de misericordia que debemos practicar no como creyentes, sino como seres humanos.
Podemos vestir al desnudo de diversas maneras, tantas como nuestra caridad nos indique.
Nuestra mirada y nuestra actitud hacia el dolor de alguien rechazado o discriminado también tiene la capacidad de dar protección.
Date la oportunidad de vestir al desnudo. Puedes donar tus prendas a Cáritas de Monterrey para canalizarlas de forma efectiva a quienes más lo necesitan. Si quieres saber dónde donar ropa en Monterrey, da clic en el siguiente enlace.
Si quieres más información sobre el tipo de donativos que aceptamos en Cáritas de Monterrey, da clic aquí.