Ama a tu prójimo como a ti mismo y fomenta la caridad

Ama a tu prójimo como a ti mismo es una de las frases más socorridas en el catecismo católico y en la literatura de toda índole. Tristemente, se ha usado sin conciencia de su significado, sin la comprensión profunda de su invitación.

Ama a tu prójimo como a ti mismo no quiere decir que vaya uno enamorándose por la vida, entregando florecitas. No es esta actitud inocente, de apretar mejillas y dar besos. Tampoco se refiere a una atracción romántica. Es más, tampoco se refiere a la correspondencia interesada de dar a quien nos ha mostrado amor previamente.

Entonces, ¿qué es “amar al prójimo como a ti mismo“?

Implica primero una evaluación de cómo nos amamos a nosotros mismos, si hay una carencia en ese amor que nos prodigamos, si proveemos con sabiduría lo que de verdad necesitamos para madurar. Una vez que hemos analizado la forma en que nos amamos a nosotros mismos, y hemos hecho cambios para amarnos como queremos, como necesitamos, entonces podemos voltear al prójimo y amarlo como nos amamos -sabiamente, conscientemente- a nosotros mismos.

¿Quién es el prójimo al que debemos amar?

Esa persona que tanto trabajo te cuesta saludar por las mañanas. Esa persona cuya voz y argumentos te molestan en las juntas de trabajo, la vecina incómoda, los clientes especiales, el familiar de las bromas pesadas, el niño que llora a gritos, ellos son tu prójimo. También es prójimo el que ves pasar y adivinas su tristeza, el vulnerable y el que está en problemas.

¿Cómo puedo amar a mi prójimo como a mí mismo?

No necesitas darle exactamente lo que te brindas a ti. Tampoco es amor verdadero si le das lo que te sobra. El amor al prójimo implica reconocer sus necesidades y satisfacerlas. Quizá necesita un consejo, una canción, tiempo para ser escuchado, un plato de comida, una prenda caliente, un descanso, y el acto de amor consiste en ofrecer aquello que la otra persona necesita, aunque ello implique un sacrificio de nuestra parte.

Este sacrificio se hace por amor a Dios y por amor a nuestro prójimo. Porque vemos a Dios en nuestros hermanos y nos nace brindar lo que podemos para su bienestar, por eso la caridad es fundamental para amar a tu prójimo como a ti mismo. ¿Quieres saber más sobre cómo amar a tu prójimo como a ti mismo?

En Cáritas de Monterrey cumplimos nuestra misión mediante la caridad de nuestros voluntarios y donantes. Gracias a ellos podemos satisfacer las necesidades de nuestros hermanos en situación vulnerable y brindarles alimento, vestido, servicios de salud, capacitación, entre otras. Nuestro objetivo es construir el Reino de Dios en la Tierra. ¡Únete a nuestra misión! Descubre cómo hacerlo en este link.