La paz es un concepto muy recurrente tanto en términos personales como interpersonales e internacionales, sin embargo, poco sabemos de cómo se puede construir una cultura de paz, y mantenerla pese a la natural tendencia humana al conflicto.
Paz, un concepto mal entendido
El concepto de paz muchas veces se reduce a la ausencia de guerra, abarca mucho más e implica la responsabilidad y consciencia de cada habitante de nuestro planeta, sin importar género, edad, religión o posición social.
La paz nace de cada ser humano y se esparce en nuestro entorno. Si se pudiera responder en una palabra la pregunta de cómo se puede construir una cultura de paz, sería “educación”.
Promoviendo la verdadera paz
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dio a conocer en 2000 el Manifiesto de la Paz y la No Violencia. En ella compromete a cada ser humano con el futuro de la humanidad, mediante su interacción en la vida cotidiana con su familia, compañeros de trabajo y comunidad.
Ahí detalla las áreas en las que niños y adultos debemos ser educados para saber cómo se puede construir una cultura de paz:
- Respeto por la dignidad y la vida de todas las personas
- Rechazo a todo acto de violencia física, psicológica, económica, sexual o social
- Colaborar en la erradicación de la exclusión, la injusticia y la opresión
- Defender la libertad de expresión y la diversidad de pensamiento, cultura y religión
- Promover un consumo respetuoso con nuestro entorno y demás seres del planeta
Este Manifiesto evidencia que el camino a la paz no consiste en una única voz y todos sometiéndose a ella. Por el contrario, se trata de aprender a convivir y respetar, aunque no coincidamos en pensamientos y acciones.
Este aprendizaje es clave en nuestra evolución como seres humanos y abriría las puertas hacia un mundo como el que anhelamos en lo más íntimo de nuestra consciencia. Por ello, es tan importante que cada ciudadano conozca cómo se puede construir una cultura de paz y colabore activamente en sembrarla para sí y su entorno.
El diálogo, clave en la cultura de paz
No hay paz sin diálogo, pero hay que tener cuidado en la interpretación de estas palabras. El diálogo consiste en la escucha activa, la expresión respetuosa y el deseo sincero de encontrar un acuerdo.
La verdad es que los conflictos entre seres humanos son inevitables pues pensamos y actuamos de modos muy distintos, pero si somos educados en el respeto, el rechazo a la violencia, el derecho a la libertad de expresión y el respeto a la dignidad de todas las personas, estaremos predispuestos al diálogo verdadero y al encuentro de acuerdos justos. El diálogo nos lleva de la mano a saber cómo se puede construir una cultura de paz.
México es conocido en el mundo por su vocación pacifista, sin embargo, cada vez resuenan con más fuerza las grandes problemáticas que tiene para construir una cultura de paz.
Cáritas de Monterrey colabora activamente en la cultura de la paz mediante acciones que fomentan la igualdad de oportunidades y el apoyo a grupos vulnerables, como niños, mujeres, adultos mayores, entre otros.
Únete y descubre con Cáritas cómo se puede construir una cultura de paz.