Cómo ser buena persona: características y consejos para continuar por el buen camino

Cómo ser buena persona quizá es una pregunta demasiado ambigua, o trillada, con muchas respuestas que crean confusión, pero el alma sabe que su verdadero anhelo es llenarse de bondad y poderla compartir con otros seres humanos. El camino es relativamente fácil de encontrar, sin embargo, es necesario no perder la pista, despertar la consciencia y dialogar consigo mismo siempre para comprobar que vamos en la dirección correcta. 

¿Qué es ser una buena persona?

Las características de una buena persona nos atraen, nos hacen sentir bien a su lado, ya que son alegres, generosas, escuchan con el corazón, son genuinamente compasivos, amorosos, confía en la gente y en el futuro. Se saben queridos y comprenden que el amor crece cuando se comparte. Pero para alcanzar todas estas cualidades, una buena persona ha tenido que ser antes que nada, un ser consciente, y por tanto, responsable.

Para poder determinar cómo ser buena persona, se requiere consciencia, ya que es ahí cuando se entiende que las elecciones te llevarán al camino que anhelas. Una buena persona, sabe que al elegir caminar sobre otros para logar su meta no lo hará feliz, porque traerá culpa, tampoco se trata de ceder siempre con tal de que otros sean felices porque se sentirá frustrado. Ser una buena persona implica elegir aquello que mantendrá el delicado equilibrio de encontrar la alegría al lado de sus semejantes.

¿Y de dónde viene esa consciencia? De dialogar consigo mismo, de conocerse a fondo y amarse así como es. Una buena persona tiene que comenzar con él mismo, escuchándose, comprendiéndose a sí mismo, sabiendo sus deseos y trabajando en sus temores. Después podrá compartir esa maravillosa experiencia con los demás. La clave de cómo ser buena persona está en la consciencia y responsabilidad de nuestra propia felicidad y la colaboración desinteresada y activa en la felicidad de los otros.

Consejos para ser buena persona

Una buena persona se hace como un cuerpo ejercitado, a base de hábitos y de esfuerzo. Es necesario ejercitar el músculo de la consciencia, ser constantes en la calma, la compasión, el optimismo y la generosidad. Hay que estar atentos ante el momento en que la vida nos ponga un ejercicio. A veces nos lo hará repetir varias veces y estaremos cansados, la verdad es que habrá ocasiones en que no tengamos la disponibilidad para ser buenas personas, y la consciencia nos recetará un rato a solas para descansar. Lo cierto es que entre más trabaje la consciencia para nosotros, la calma, la compasión, el optimismo y la generosidad, estarán presentes en nuestra vida.

En Cáritas de Monterrey nos esforzamos por despertar esa conciencia y que cada vez más individuos se pregunten cómo ser buena persona. Sabemos que una semilla sembrada generará muchos frutos, que una buena persona, aunque parezca poco, puede hacer grandes cambios en una comunidad. Participa en los distintos programas de Cáritas de Monterrey y únete a la generación de una sociedad de buenas personas.