“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9, 7)
Nos enseñan desde la infancia lo importante que es compartir y ser generosos. En otros países incluso, reconocen a México como un país alegre y generoso; es parte de nuestra idiosincrasia. Sin embargo, a veces no alcanzamos a entender por qué es bueno desprenderse de lo material y dar sin esperar nada a cambio.
A veces nos pasa que, tras años de ser generosos, cerramos las puertas de nuestro corazón porque creemos que la gente no sabe corresponder a nuestra generosidad.
Esperamos que “al menos” nos den las gracias, o que correspondan con algo mínimo a nuestros ojos, que sean agradecidos. En parte es correcto pensar que todos debemos ser generosos, especialmente con quienes amamos, sin embargo, dar sin esperar nada a cambio implica un desprendimiento total.
La esencia de la generosidad es sencilla de entender: dar sin esperar nada a cambio no puede dar cabida a juzgar a otros porque “no supieron” agradecer.
Cómo dar sin esperar nada a cambio
Dar sin esperar nada a cambio no tiene espacio para esperar algo, ni siquiera el “gracias”. Para ser generosos de verdad, es necesario entender que no toda la gente piensa como nosotros, no todos son agradecidos o no todos van a corresponder como tú esperas que lo hagan.
Prácticamente nada en esta vida está en nuestras manos. Solo nuestro libre albedrío y la forma en que actuamos ante las circunstancias que nos plantea esta existencia.
¿Cómo podríamos controlar lo que nuestros hermanos deben hacer? Dar sin esperar nada a cambio nos ofrece la libertad plena de ser como somos, de dar cuanto queramos sin limitarnos por lo que otros hagan en consecuencia. Y especialmente, nos permite vivir la alegría de dar, sin amargarnos inmaduramente por no ser correspondidos.
Solo Dios debe saber el grado de nuestra generosidad, y solo Él sabe en qué momento podemos recibir algún don.
Dar sin esperar nada a cambio es toda una manera de vivir. Cáritas de Monterrey es una organización civil católica que nos acerca a la magia de la generosidad.
Puedes ofrecer tiempo, conocimientos, alimento, vestido, recursos que se canalizan de la mejor manera para llegar a quien lo necesita.
Si deseas practicar la generosidad y conocer sus beneficios en tu vida y en tu sociedad, únete al equipo de Cáritas de Monterrey. Puedes hacerlo en familia, con tus amigos, con tu equipo de trabajo. ¡Hagamos equipos y demos sin esperar nada a cambio!