Competitivos, audaces, líderes, inteligentes, fuertes, para creativos, etc., son algunas de las cualidades que se comparten con los niños. Los padres buscan lo mejor para sus hijos, aquello que les ayude a tener estabilidad, posibilidades de un futuro, y que puedan alcanzar sus sueños. Y esto, es una muestra de amor a nuestros pequeños, sin embargo, a veces nos olvidamos de algo tan importante como su educación para el éxito: la espiritualidad.
¿Qué es la espiritualidad?
Ser espiritual no implica la religión ni la filosofía, sin embargo, están relacionadas porque nos hace saber que “algo nos conecta” y preguntarnos de manera muy personal el cómo, por qué y para qué de nuestras metas.
La espiritualidad es un diálogo entre los valores propios y los sociales, en los que vivimos y anhelamos. Finalmente, se condensa en la capacidad de discernimiento, es la evidencia de que desarrollamos nuestra conciencia y de que no existimos “solo porque sí”.
¿Cómo impacta la espiritualidad en el ser humano?
La importancia de la espiritualidad es tal, que posiblemente nos protegerá de los peligros, ya que es un hecho que nos salvará de vivir una vida vacía de propósitos, de amor y felicidad. Además, nos lleva a elegir aquello que de que de verdad nos satisface.
También regula nuestras emociones y pensamientos, permitiéndonos encontrar respuesta a preguntas que nos quitan el sueño y nos ayuda a darle sentido a lo que vivimos.¶
¿Cómo cultivar la espiritualidad?
Siempre es buen momento para comenzar a cultivar la espiritualidad. Nunca es tarde, ni se es demasiado viejo, pero entre más pronto mejor. Al mismo tiempo, no es un valor que se aprende en la escuela, sino en la intimidad del hogar y al lado de nuestras personas más cercanas.
Es el sitio más seguro para hacernos conscientes de nuestra conexión con todo y todos los que nos rodean. También son nuestros padres o personas más cercanas quienes nos ayudan a escuchar, de manera más clara, la voz de nuestra alma y a comprender sus anhelos. Mantener este diálogo tan íntimo que ni siquiera necesita palabras, es nuestra elección y responsabilidad.
La espiritualidad se cultiva de muchas formas. Aquí algunos ejemplos:
- Establece un diálogo honesto y constante contigo. Reconoce tus temores, tus valores más importantes, tu propia manera de ver el mundo.
- Acercarnos a Dios, seguir sus mandamientos y ser personas de bien.¶
- Practica y difunde el respeto a los animales y a todo ser vivo.
- Practica los valores más elevados: la caridad, la honestidad, la solidaridad y la humildad.
- Plática con Dios y convive con la naturaleza, los animales, los niños, las personas en situación vulnerable, tienen mucho que aportar a nuestra espiritualidad.
La espiritualidad invita a la acción. Nos lleva a ser parte de los cambios que necesita el mundo, pues comprendemos que solo podremos crecer en comunidad, tomados de las manos. Conoce como hacemos vida las obras de misericordia en Cáritas de Monterrey y te invitamos a sumarte como voluntario o realizando donaciones en especie o económicas. Con tu ayuda, podremos seguir beneficiando a miles de personas que presentan alguna carencia social.