La fe católica encuentra en la Santa Cruz la esencia de todo el amor de Cristo por sus hermanos, el resumen de una historia que cambió la Historia, y la protección que se anhela en los momentos de más vulnerabilidad. Como parte de la celebración de este símbolo, te queremos hablar sobre la oración de la Santa Cruz y su importancia.
El 14 de septiembre, los católicos conmemoramos una fecha muy especial: la exaltación de la Santa Cruz, un momento en la historia de esta reliquia y la transformación de un humillante método de muerte en el trono sagrado de Dios Hijo. Hoy, la oración de la Santa Cruz es una petición muy socorrida de resguardo y protección.
Se cuenta que la Santa Cruz fue reconocida y hallada por Santa Elena en el monte Gólgota, donde murió Jesús. Ahí se erigió un templo que fue consagrado el 14 de septiembre del 335. Tres siglos después, en una batalla en el 614, los persas robaron la Santa Cruz de Jerusalén.
Pero Heraclio logró recuperar la santa reliquia y la regresó a su templo en Jerusalén. Se sabe que la Vera Cruz se dividió en múltiples trozos que fueron enviados a diversos templos de Europa, y cada uno de ellos es considerado una reliquia.
Cada 14 de septiembre, aquellas iglesias que conservan una de estas reliquias las exponen a los visitantes para celebrar esta gran Fiesta del Señor. La oración de la Santa Cruz forma parte de estos festejos.
Por la señal de la Santa Cruz…
Hay quienes instintivamente al pasar por un templo católico, hacen la “señal de la cruz”, persignándose a la altura del rostro.
Invocar el poder del símbolo por excelencia de la fe cristiana requiere un momento de meditación. A veces perdemos consciencia del amor que tiene Dios por cada uno de sus hijos, y no creemos que si le pedimos desde el corazón, estará ahí para protegernos.
La oración de la Santa Cruz, así como hacer la señal de la Santa Cruz deben ser instantes para recordar esa cercanía con el Padre y el amor incondicional de Jesús hacia nosotros.
¿Qué dice la oración de la Santa Cruz?
Esta oración fue hallada en tiempos recientes (siglo XVI) en Jerusalén, y enviada al Papa. Se le atribuye un gran poder de protección ante los peligros y adversidades que enfrentamos diariamente.
Es importante que al orarla meditemos en el gran misterio que resguarda el signo por excelencia de los católicos. En la cruz se vivió el momento de redención para todos los hijos de Dios. Por la dolorosa muerte de Cristo tenemos acceso a la Casa del Padre y la esperanza de una vida más allá del trance de la muerte.
Una forma de agradecer a Jesús su sacrificio es siguiendo sus principios y enseñanzas, protegiendo y brindando amor a nuestro prójimo mediante la generosidad.
Queremos que sientas la protección y amor de Cristo, por eso compartimos contigo la oración de la Santa Cruz.