¿Te gusta más recibir que dar? ¿Te cuesta mucho trabajo dar y sientes que cada uno debe trabajar por lo suyo? No te preocupes, es normal. Es una tendencia instintiva el buscar que nuestras necesidades sean atendidas tal como en la infancia nos procuró mamá.
Por supuesto que si nos ofrecen dinero lo aceptaremos y en cambio nos costará más trabajo desprendernos de un bien para beneficio de otro, y entonces, ¿por qué se dice que es mejor dar que recibir? Porque lo mejor siempre cuesta más trabajo.
Cada vez menos gente se atreve a ir más allá de la primera reacción: extender la mano para recibir. ¿Qué se necesita para descubrir por qué es mejor dar que recibir? Un camino largo, un aprendizaje difícil, una conciencia más profunda de nuestra verdadera misión en este planeta.
Es mejor dar que recibir en muchos sentidos, pero se necesita vivirlo y pensarlo para darse cuenta, y no todos estamos listos para pensar y vivir la generosidad y el amor.
¿Qué es lo mejor de dar sin esperar nada a cambio?
No es malo recibir, es simplemente que es mejor y te da más satisfacción dar, porque en el momento del desapego, de la entrega al prójimo, nuestro paso se aligera, nos invade una alegría más duradera, incluso que cuando recibimos algo. Una persona podría decir que no concibe una alegría mayor que recibir dinero, pero alguien con experiencia en el dar sabe que eso no es ni la mitad del camino a la felicidad genuina.
Y es que tendemos a buscar una felicidad inmediata. Es mejor dar que recibir porque en la medida que vamos practicando la generosidad en nuestras comunidades, vamos descubriendo esa felicidad, que se queda a ser parte de nuestra vida e iluminarla por siempre.
Pero ¿y qué puedes dar? A veces nos enfocamos solo en lo material, pero muchas veces nuestro prójimo no requiere dinero, sino tu compañía, tu escucha, una sonrisa o un consejo.
Amar es dar sin esperar nada a cambio
En tu comunidad hay personas en situación vulnerable y les podría servir mucho aquello que no ocupas en casa, o unas horas de tu tiempo como voluntario, y si está en tus manos, algún donativo en efectivo.
Cáritas de Monterrey hace un llamado a recordar las palabras de Jesús: “Más bienaventurado es dar que recibir”, y que sea la luz que nos guíe a la generosidad y a la felicidad perdurable y genuina. Siempre es mejor dar que recibir.