Redacción Cáritas de Monterrey
Ver artículosTodos hemos soñado alguna vez con un mundo en el que permee la paz. Estamos muy lejos de una realidad así. La injusticia, la desigualdad, la intolerancia, el abuso que cometemos día a día con nuestro planeta se oponen a los Principios de la Paz que deben regir en nuestro interior, familia y países.
Es cierto que una sola persona no puede salvar al mundo. Pero cada acción inspirada en el respeto, la tolerancia y la caridad, refuerzan los Principios de la Paz y renuevan nuestro anhelo innato de armonía en nuestro planeta.
La Organización Mundial de las Naciones Unidas detalla que la paz no es solo el cese al fuego. Una paz auténtica requiere del entendimiento de nuestras diferencias, del respeto de los derechos de cada persona, y del goce del diálogo como un privilegio humano para lograr acuerdos.
Cada 21 de septiembre la ONU celebra el Día Internacional de la Paz llamando a priorizar los Principios de la Paz y hacer un alto al fuego de 24 horas en cualquier conflicto bélico que exista.
Este año, con las graves secuelas del coronavirus en las economías mundiales, el organismo internacional llama a reflexionar: nuestro prójimo no es enemigo. Debemos hacer las paces con quienes nos rodean y con la naturaleza.
Principio de la paz
En el Día Internacional de la Paz, la ONU recuerda que los principios de la paz cuando existe un conflicto, son 3:
- Consentimiento de las partes. Que los entes en conflicto reconozcan la situación y accedan a una intervención pacífica.
- Imparcialidad. Que se mantenga un diálogo centrado, en el que la negociación permita el libre fluir de las ideas.
- No uso de la fuerza. No imponer nuestra voluntad, sino garantizar que todas las partes se sientan satisfechas con un acuerdo conciliador.
Cada ser humano, de una u otra manera, busca la paz. La gran dificultad es acatar los Principios de la Paz, desarrollar nuestra consciencia para comprender que la paz no es un entorno hecho a modo nuestro.
La paz es incluyente, pondera el diálogo, celebra las diferencias y les otorga un sitio igualmente importante. En la paz hay espacio para todos. En Cáritas de Monterrey anhelamos la paz para todos, queremos vivir el Reino de Dios y su justicia divina.
Por ello, trabajamos con diferentes programas para cubrir las necesidades alimentarias, espirituales, físicas, de salud, de vestido, autoempleo y sustentabilidad que ayuden a las comunidades menos favorecidas de la región.
¡Únete a esta causa mediante Cáritas de Monterrey!
