Una gran cantidad de personas vive impedida a realizar actividades cotidianas a causa de una discapacidad motriz. Salir, trabajar, divertirse, practicar deporte, son algunas de las actividades que no puede llevar a cabo. Lo que cualquier persona normalmente suele hacer en un día, resulta por demás complicado o hasta imposible para alguien que sufre una discapacidad motriz.
Las condiciones de vida de estas personas varían según sus recursos y posibilidades. Hay quienes cuentan con la capacidad económica o el apoyo necesario para reunir el dinero y comprar un vehículo con adecuaciones para sillas de ruedas, por ejemplo. Pero, ¿qué sucede con quienes no tienen manera de cubrir este tipo de necesidades básicas?
Alguna diferencia podemos hacer por ellos.
Descubre el caso de David
Por ejemplo, como David Tomás. Un padre de familia de 43 años de edad, quien es originario de San Luis Potosí y desde hace 25 años reside en Nuevo León. A él le fue posible continuar con sus estudios después del nivel de secundaria y desde muy joven se ha dedicado a trabajar, la mayor parte del tiempo como despachador en gasolineras. Actualmente, se encuentra incapacitado porque presenta una discapacidad motriz por amputación de miembro inferior derecho.
Hace casi 15 años, le diagnosticaron diabetes mellitus y estuvo controlado por alrededor de una década, hasta que un problema en su pie lo hizo pausar su actividad laboral. Sin embargo, se le hizo una llaga, debido a la mala circulación, por lo que se le tuvo que amputar.
Para volver a caminar, David Tomás requiere de una prótesis ortopédica, la cual es de alto costo y queda fuera del alcance económico familiar.
Vive con su esposa y sus tres hijos, uno de ellos de 17 años, quien ha tenido que comenzar a trabajar como obrero, al igual que su madre, para así poder solventar los gastos familiares. Además, la señora vende repostería para obtener ingresos extra. Otro hijo, de 23 años de edad, ha presentado situaciones de salud que han demandado constante observación con tal de descartar una enfermedad neuromotora. Como puedes ver, las circunstancias no son las óptimas para la familia de David Tomás. Él, con su discapacidad motriz, hace lo que puede. ¡Hagámoslo nosotros también!
Una situación catastrófica en la salud de un miembro de la familia, afecta la subsistencia, desarrollo y bienestar familiar de todos sus integrantes. Por esta razón, por medio de Cáritas de Monterrey, se ha llevado a cabo un esfuerzo recaudatorio y gracias a personas bondadosas David Tomás ya cuenta con su prótesis ortopédica que tanto necesitaba. Ahora él podrá caminar y buscar un empleo dentro de sus capacidades para contribuir con los gastos del hogar.
Así como él, hay muchos otros casos que requieren de nuestra ayuda. ¿Quieres apoyar y cambiar la vida de personas vulnerables? Infórmate cómo realizar donativos recurrentes a Cáritas, puedes aportar con cualquier cantidad de manera única o recurrente.
¡No te quedes sin trascender en otros!