Dos años tiene Elena, suficientes para aleccionar a cercanos y ajenos sobre aquello que realmente vale en la vida: el amor de la familia, la compasión y la salud. Desde los 3 meses de edad, esta pequeñita comenzó a sufrir los efectos de un trastorno hereditario llamado fibrosis quística.
Su familia ha procurado con amor proveerla de todo lo necesario para que pueda salir adelante. Sin embargo, la situación es crítica y los recursos muy limitados.
Cáritas de Monterrey hace un llamado a tu corazón, para que juntos podamos ayudar a Elena con su diagnóstico de fibrosis quística.
La historia de Elena
Elena es la hija menor de una pequeña familia, integrada por Severino, de 35 años, Iliana, de 38, y Elián, de 6 años. Su padre, sostén de la familia se dedica a la venta de seguros, un empleo de ingresos variable, y en ocasiones insuficientes para solventar todas las necesidades de la familia. El diagnóstico de fibrosis quística de la pequeña fue un balde de agua fría para la frágil situación familiar.
Iliana relata que cuando Elena tenía apenas 3 meses, comenzó a sufrir de ataques severos de tos. El primer diagnóstico fue solo una alergia a la leche que ingería, por lo que se la cambiaron, pero no obtuvo resultados favorables. La tos le provocaba vómito y decidieron acudir a valoración médica particular, en donde le detectaron una bacteria en sus pulmones.
Elena tuvo que ser inducida al coma, pues sus pulmones no funcionaban correctamente. Permaneció internada durante 3 meses, en los cuales confirmaron el diagnóstico de fibrosis quística. Fue necesario realizarle una traqueostomía y una gastrostomía, a fin de que pudiera respirar y recibir alimento.
La fibrosis quística provoca serios daños en los pulmones y sistema digestivo, principalmente, ya que es un trastorno que interfiere con la generación de las secreciones naturales de nuestro cuerpo: moco, sudor y jugos digestivos.
Las secreciones, que normalmente son ligeras y resbaladizas, se vuelven espesas, al grado de taponar ductos en los sistemas respiratorios y digestivos. Esto propicia, además de la mala función de los órganos, la proliferación de bacterias y hongos. Aún con ello, las esperanzas de vida en pacientes con el diagnóstico de fibrosis quística, es de entre 30 y 50 años, además de que pueden llevar una vida productiva.
Tras el tratamiento, Elena fue dada de alta con cuidados especiales en casa. Sin daños neurológicos, nuestra valiente niña está consciente y aunque no camina, mueve sus extremidades sin problema.
Elena requiere de la atención total de su mamá. Se le proporciona oxígeno suplementario, se le realiza aspirado de secreciones y recibe alimento por sonda con dieta especial. Gracias a ello, hoy pesa 8 kilos, ha comenzado terapias de rehabilitación y recibe medicamentos para evitar la infección pulmonar. El diagnóstico de fibrosis quística ha dejado secuelas, pero Elena tiene esperanzas y muchas ganas de vivir.
¿Cómo ayudar a Elena con su tratamiento para la fibrosis quística?
Cáritas de Monterrey hace un llamado a tu compasión. La familia de Elena necesita ayuda para cubrir los gastos que implica el diagnóstico de fibrosis quística y las complicaciones que ha sufrido la menor.
Un poco de ayuda dará certeza a Iliana, Severino, Elián y Elena. Tu donativo puede hacer la diferencia. Si deseas ayudar, entra aquí y haz tu donativo , es fácil y seguro.