En algunas ocasiones solemos ignorar el alcance que nuestras acciones y decisiones tienen sobre personas en situación de vulnerabilidad
¿Te imaginas que de pronto, tu cuerpo comenzara a realizar movimientos incontrolables? ¿Te imaginas que además de esto, no tienes quién te ayude?
Esto fue lo que le sucedió a José Luis Santillán. Él era una persona trabajadora, casado y con dos hijos: Jorge y Alejandra, José Luis se desempeñaba como cocinero, obrero y ayudante de albañil, trabajos con los que sacaba adelante a su familia en el área metropolitana de Monterrey, desde que llegó de San Luis Potosí.
Poco a poco, sus piernas comenzaron a presentar movimientos involuntarios y, cuando estos aumentaron, lo hicieron perder su principal empleo, ya que no podía mantener una postura correcta e, incluso, empezó a deambular. Después de visitar varias instituciones de salud, por fin supo qué era lo que sucedía: su problema de salud se llama distonia generalizada, y es una condición neuronal que le provoca la contracción involuntaria de un grupo muscular.
La vida, tal como la conocía José, jamás volvió a ser igual. Brenda, su esposa, fue quien se tuvo que encargar totalmente del ingreso familiar, y ahora es José Luis quien atiende a los niños, con ayuda de su madre, quien colabora para atender a los tres. Cualquier tarea es difícil para él, porque camina encorvado, su cabeza y sus pies se mueven sin que él lo desee y muchas veces no se entiende lo que él quiere decir. Por esto, mucho de su tiempo lo pasa sentado en un sillón.
Para que José Luis recupere algo de su actividad normal, requiere de medicamento constante que actualmente no puede pagar, ya que el dinero que Brenda gana como empleada doméstica es insuficiente para los gastos de la familia, y no alcanza para solventar los costos del tratamiento de José.
La magia del donativo
Afortunadamente, algo sucedió.
Individuos de buen corazón, como tú, aportaron donativos económicos a través de Cáritas de Monterrey para que a José Luis no le falte atención médica. Los movimientos sin control disminuyeron, y él comienza a retomar algunas actividades.
Sin embargo, esta ayuda debe ser constante. Quizás eres tú el héroe que José necesita. Tal vez, un donativo económico que no represente mucho para ti, para José Luis y su familia significará tener la tranquilidad de contar con atención médica un día, una semana o un mes.
En Cáritas de Monterrey, hay muchos casos de ayuda como el de José, en los que personas como él requieren de ti y de gente como tú, compasiva, que cuenta con el poder de cambiar el rumbo de otras vidas para hacerlas dignas y más fuertes.
Infórmate sobre cómo realizar un donativo recurrente y, si quieres conocer más sobre José Luis, haz clic aquí.