El programa Impulsando jóvenes hacia una vida mejor de Cáritas de Monterrey, apadrina a jóvenes de secundaria para que concluyan su educación media básica y desarrollen su potencial intelectual.
De acuerdo con la UNICEF México, el avance en el aumento del acceso a la educación se ha estancado con 58 millones de niños en edad escolar primaria que no asisten a la escuela. Por este motivo, el objetivo de Desarrollo del Milenio 2 (lograr la enseñanza primaria universal) difícilmente se cumplirá.
Además, los datos revelan que 130 millones de niños que llegan a cuarto grado no dominan las bases de la lectura y la aritmética, lo que se traduce en un riesgo, pues esta situación empeorará a medida que aumente la población en edad escolar. Como consecuencia, cuando los jóvenes lleguen al nivel secundaria, el panorama lucirá desalentador pues habrá más posibilidades de que abandonen los estudios por falta de apoyo de parte de las instituciones públicas y privadas y sus condiciones socioeconómicas.
Sylvia Schmelkes, Consejera Presidenta del INEE afirma que, en el 2014, solo el 20 % de los niños de 12 a 14 años y poco más de la mitad de los de 15 a 17 años, en situación de pobreza extrema, asistieron a la escuela. A pesar de esto, los recursos públicos para la educación disminuyeron considerablemente.
México invierte el 16.25 % del PIB per cápita en la educación de estudiantes a nivel secundaria
En ese mismo año, México invirtió el 16.25 % del PIB per cápita en la educación de estudiantes a nivel secundaria, mientras que el gasto público en educación secundaria llegó a 32 %, colocándonos a la altura de Australia (32 %) Jamaica (31 %), Perú (31 %) y Sudáfrica (31 %).
Por eso, en Cáritas de Monterrey, a través del programa Impulsando jóvenes hacia una vida mejor, apadrinamos a jóvenes de secundaria para que concluyan su educación media básica, desarrollen su potencial intelectual, así como también crearles una visión de futuro para que continúen sus estudios de bachillerato o carrera profesional.
Durante el 2017 Cáritas benefició a 195 jóvenes de seis secundarias, quienes recibieron una beca económica, atención psicológica grupal e individual, pláticas de prevención y orientación vocacional, así como formación para padres de familia.
El 71 % de estos jóvenes incrementaron su promedio en 2 puntos, el 89 % logró desarrollar sus habilidades sociales y el 89 % continúa estudiando.