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Ver artículos¿Qué se puede hacer hoy en día con 30 centavos? ¿Hay algo que podamos comprar con 10 centavos o con 20? Incluso 60 o 70 centavos parecen cantidades de dinero realmente sin provecho alguno. Sin embargo, existe una forma de hacer que esos centavos que sobraron de tu última visita al súper o la tienda se conviertan en algo invaluable: un pequeño acto de generosidad se suma a otro y a otros muchos y así generar un recurso que beneficie a tus hermanos en situación vulnerable. ¿Te sumarías a un programa de redondeo?
Quizás has escuchado muchas versiones sobre estos programas de redondeo que regularmente se realizan en diversas tiendas de autoservicio o tiendas de conveniencia, en las que se afirma que es una artimaña para evadir impuestos. Que la gente con necesidad no recibe nada y en cambio, las grandes empresas pueden deducir cantidades inimaginables de dinero con el programa de redondeo.
¡Vaya que existen muchas versiones al respecto! Pero… ¿y si fuera cierto que se puede ayudar con una cantidad tan pequeña a lograr un objetivo tan noble como alimentar a una familia, o proporcionarle refugio en tiempos de frío? O mejor aún, ¿qué tal si esos centavos que ya no regresan a tu bolsillo sirven para que una persona se capacite en algún oficio y pueda, ya por su cuenta, llevar el sustento a su hogar?
Todo programa de redondeo exige la intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y el Centro Mexicano para la Filantropía, quienes dan fe de que la empresa que recibe las donaciones entrega un cheque por la cantidad acumulada durante la campaña, y que la organización o fundación filantrópica entrega un recibo en el que detalla que el dinero recibido fue donación del “público en general”.
Es necesario aclarar que sólo instituciones filantrópicas previamente verificadas como donatarias pueden emitir un recibo por la cantidad donada. Y también debe aclararse que, si bien dicho recibo es deducible de impuestos, en realidad un donativo sólo ayudaría a reducir el porcentaje de tasa gravable que deberá pagar la empresa donante, es decir que una donación no influye tan directamente en una deducción de impuestos como se puede llegar a pensar.
Finalmente, las organizaciones filantrópicas que reciben una donación a partir de un programa de redondeo deben llevar con mucha transparencia un reporte de sus gastos que debe hacerse público cada cierto periodo.
En el caso de Cáritas de Monterrey, este reporte se entrega de manera anual y puedes estar seguro de que te sorprenderás al ver cómo se pueden aprovechar los 30 centavos que donaste, si se juntan con los 60 de tu vecino, los 50 que dio tu mejor amigo, y los 40 de aquel vecino que no conoces.
No te imaginas lo valiosa que es tu cooperación en un programa de redondeo, pero puedes estar seguro de que en Cáritas de Monterrey agradecemos cada aportación y la aprovechamos al máximo para ayudar siempre a más gente.
Así que cuando estés por pagar tus compras en el supermercado o un gustito en la tienda de conveniencia, y te pregunten si deseas redondear, esperamos que aceptes aportar esos centavos de cambio en una causa social.
