La cuaresma es uno de los momentos más importantes del año para, precisamente, meditar sobre cómo podemos servir a nuestros hermanos, cómo ser más felices de corazón y sin apariencias. Para eso es necesario reflexionar y plantearse algunos propósitos de cuaresma.
La vida es un constante renacer. Cada cierto tiempo se nos invita a reflexionar sobre el camino andado, meditar nuestras acciones para rectificar nuestro rumbo hacia una mejor versión de nosotros mismos. Este maravilloso periodo de preparación para la Semana Santa debe ser introspectivo, muy a contracorriente de las vacaciones en la playa y los centros nocturnos.
Son días para una autoevaluación de la que surja una voluntad renovada por ser humildes, bondadosos, justos, amables, honestos. Cada uno de nosotros tenemos un “talón de Aquiles”, un área de oportunidad, una lección que debemos superar para cumplir nuestra misión de vida. Nuestros propósitos de cuaresma nos deben encaminar a combatir y superar ese gran reto de vida.
¿Cuándo inicia la Cuaresma?
La cuaresma, que comienza con el Miércoles de Ceniza y concluye con la Semana Santa, representa el tiempo que pasó Jesús en el desierto enfrentando las tentaciones del mal antes de ofrendar su vida para salvarnos. Así también nuestros propósitos de Cuaresma deben ir más allá de las apariencias o de las ambigüedades que evaden un compromiso real, un sacrificio de nuestro ego.
El proceso de establecer un propósito de Cuaresma es reconocer, en una meditación, qué acciones o comportamientos nos están alejando de nuestro verdadero ser: el enojo, la impaciencia, el miedo, el egocentrismo… y una vez que hemos reconocido nuestra falla, pedir perdón.
Con mucha humildad, se debe pedir perdón a Dios y, si es posible, a las personas ofendidas. Finalmente debemos plantearnos cómo podremos evitar este comportamiento en el futuro.
Establecer una penitencia nos ayuda también a dejar evidencia de nuestro arrepentimiento. Aun cuando un sacerdote no imponga una penitencia, si tú sientes la necesidad de hacer un sacrificio para resarcir una ofensa, Dios lo tomará siempre para tu beneficio espiritual.
¿Por qué es importante tener propósitos de Cuaresma?
Un propósito de la Cuaresma es un pacto con Dios. A través de los propósitos de Cuaresma le manifestamos nuestro deseo de estar cerca de Él y damos un paso más hacia su luz. Estos 40 días de reflexión y sacrificio son tiempo suficiente para crecer en el amor y la bondad. ¿Has pensado en tus propósitos de Cuaresma? ¡Dile sí a esta gran oportunidad de cambio espiritual!
Recuerda que comprometerte con tu crecimiento espiritual es el inicio de una transformación personal y una forma de mejorar el mundo que te rodea.