Las razones de la migración son muy variadas: guerra, pobreza, persecución, factores ambientales, motivos personales, etc. Y aunque no hablemos mucho de ello, México es un país conformado también por un gran número de migrantes.
Un cuento muy antiguo relata la historia de un niño que no sabía qué era la patria. Una maestra lo había cuestionado severamente por no poder contestar la pregunta. Mucho tiempo después se encontró con aquella maestra ya anciana, y con la experiencia de los años, el alumno, ahora adulto, le dijo: “la patria, maestra, es el hogar ausente”. Estas palabras definen el sentir del migrante, que por razones ajenas a su voluntad, debe dejar atrás su casa, familia, lugares favoritos, aromas familiares, en fin, toda su vida, para estar a salvo.
De acuerdo con la Organización Internacional de los Migrantes (OIM), en el mundo existen mil millones de personas en movimiento, ya sea como migrantes (de un país a otro), desplazados internos (en el mismo país), o refugiados (a causa de la guerra).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante con el fin de hacernos conscientes del derecho de toda persona a trasladarse a otro sitio en busca de lo que no tiene en su lugar de origen. Las razones de la migración pueden ser la falta de seguridad, alimentación, oportunidades, etc. Los migrantes están en todos lados y casi siempre en una situación vulnerable.
¿Cómo ayudamos a los migrantes en Cáritas de Monterrey?
Frecuentemente llegan a la Cáritas de Monterrey personas que se han tenido que desplazar de sus entidades originales por algunas de las múltiples razones de la migración, como buscar atención médica o bien oportunidades laborales en nuestro estado. Nuestra misión es ofrecerles ayuda de primera mano y apoyo para regresar a sus lugares de origen de una manera digna. Es una misión titánica, que requiere de muchas manos generosas para seguirse realizando.
Dejar el hogar por cualquiera de las razones de la migración genera emociones muy intensas de soledad y estrés. Las personas desplazadas requieren una dosis extra de calidez y atención para no sentirse abandonadas, especialmente los niños. Nuestra misión depende de la generosidad de personas como tú para seguir. Haz clic en el enlace siguiente y apoya a nuestros hermanos desplazados y migrantes.