Ayudar a los más necesitados, muchas veces es más fácil de lo que parece.
Si te detienes a pensarlo, eres afortunado. Voltea a tu alrededor. Si estás leyendo esto, lo más probable es que tengas tus necesidades básicas más que cubiertas: techo, comida, vestido… Y más que cubiertas significa de sobra. ¿Has visitado algún restaurante últimamente? ¿Vas al cine? ¿Pides la comida que se te antoja, a domicilio, prácticamente al instante, desde tu smartphone? ¿Eliges entre varias opciones qué ropa usar diariamente? ¿Te das el lujo de comprarte ropa cada cierto tiempo? Sí, ¿verdad?
Tu realidad es diferente a la de muchas personas y, afortunadamente, somos conscientes de ello. Por esa razón es que las asociaciones de beneficencia cuentan con las aportaciones de tantas personas que, con generosidad y compasión, realizan donativos para apoyar a otros. Muchas veces, con cosas que ya tienen.
Una bondadosa acción en la que esto fue evidente es la reciente colaboración de alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) con Cáritas de Monterrey. A través de la sociedad de alumnos de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica “SAFIME”, los jóvenes realizaron una colecta de zapatos, misma que entregaron a Cáritas para que los artículos sean donados a quienes más falta les hacen.
Estas acciones son un claro ejemplo de que siempre hay alguna forma de ayudar. Basta con mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta de que contamos con más de lo que necesitamos.
Además, cuando donamos ropa y calzado, estamos colaborando también al medio ambiente. ¿Te imaginas qué sucedería si no reusáramos nuestra ropa, y la tiráramos a la basura? Ésta terminaría contaminando ecosistemas, ya que tarda mucho en degradarse.
Con iniciativas de parte de los sectores más jóvenes, como los estudiantes de diversas universidades y facultades, la labor de asociaciones y OSC’s se fortalece, porque la dinámica de ayuda y aportación es más significativa así: lo que tienes para dar, llega a quien tiene que llegar. Si quienes lo realizan así son los más jóvenes, se está fomentando una cultura que con el tiempo crecerá, llevándola después a otros ámbitos cuando ellos sean profesionistas, formen sus hogares y tengan sus propias familias.
Colabora a que esta tendencia se haga más fuerte. ¿Eres alumno o profesor de una universidad? Organiza tu propia colecta. ¿Fuiste de compras recientemente? Desocupa espacio en tu clóset donando un poco de lo que ya no uses. ¿Tienes hijos? Enséñales a que las prendas que usamos pueden circular y extender así su periodo de vida.
Lo que tienes, te ha costado mucho trabajo. ¡Que siga siendo de utilidad, por medio de acciones trascendentes que transforman! Contacta a Cáritas de Monterrey para realizar donativos en especie y beneficiar así a más personas.