México es un país donde desgraciadamente, la desigualdad existe en diferentes niveles, sobre todo en el económico y el social. Es por esto que miles de mujeres diariamente luchan por oportunidades de empleo y educación que les permitan darle una vida digna a su familia.
Pese a las adversidades, existen organizaciones como Cáritas de Monterrey que brindan a sectores vulnerables la oportunidad de crecer mediante el empoderamiento social.
Es gracias al área de Promoción Humana que Cáritas empodera a las personas, brindándoles capacitación en diferentes áreas para generar ingresos que les permitan llevar una vida digna.
Conoce el caso de Nadia
Nadia García es una de estas historias de empoderamiento social. Hace aproximadamente un año y medio -y con nociones básicas de la confección de ropa- se inscribió a un taller de Alta Costura del área de Promoción Humana en el Centro San Gilberto, para poder aprender y mejorar la calidad de su trabajo.
“Al principio hacía la prenda, pero necesitaba muchos ajustes. Conforme fui tomando los cursos, adquirí mucha experiencia y la calidad del trabajo era mucho mejor, no eran tantos los ajustes que tenía que hacer. Al final cuando salí del curso, las prendas eran de mejor calidad”, explicó Nadia en entrevista.
Poco a poco, Nadia perfeccionó su trabajo y este comenzó a hablar por ella. En poco tiempo, sus clientes la fueron recomendando hasta que pudo comprar las máquinas necesarias para instalar un taller en casa, lo que ahora le permite trabajar sin descuidar a sus hijas.
“Ahora trabajo en mi casa, no necesito salir a buscar un trabajo. Las personas que me conocen por lo que he hecho me van recomendando y trabajo sin salir de casa y sin descuidar a mis tres niñas”.
Descubre nuestros cursos de empoderamiento social
Nadia es una de las tantas mujeres que cada año se inscriben a los cursos de empoderamiento social que Cáritas de Monterrey abre constantemente, ofreciéndoles la oportunidad de aprender un oficio para obtener trabajo.
En estos grupos de empoderamiento social, los asistentes obtienen mucho más que conocimiento: se encuentran con otras personas que necesitan aliento y felicidad, quienes necesitan a un amigo y la motivación para salir adelante.
“Aparte de las clases, éramos un grupo que nos apoyábamos unas con otras, cada quien (sic) tiene sus problemas”, dijo Nadia. “A veces como mamás necesitamos interactuar con otros adultos, porque siempre son los hijos y las tareas, y nos olvidamos a veces de que también queremos que nos escuchen”.
Con tu donativo, Cáritas de Monterrey puede llevar a cabo más cursos de empoderamiento social como el de Alta Costura, donde Nadia cambió su vida y ahora puede cuidar mejor a su familia con un ingreso digno.