La Arquidiócesis de Monterrey se sumó a la campaña regional Hambre Cero en Nuevo León para abatir el problema del hambre en la entidad
Ser donantes recurrentes marca la diferencia en nuestra familia e impacta de una manera en la sociedad, ya que con esta acción de caridad las personas forman parte de la beneficencia, sienten una satisfacción y bienestar inigualable. A través de ese pequeño granito de arena que aportaron, muchas personas en Nuevo León tendrán un alimento que probar y compartir con sus familias en su mesa.
Apoyar a otros te ayuda a superarte como persona y a la vez sensibilizas a los demás, ya sean miembros de tu familia o amigos cercanos. En esta ocasión, los neoloneses no perdieron la oportunidad de ayudar y se sumaron a la segunda colecta que tuvo a bien autorizar la Arquidiócesis de Monterrey, con el fin de apoyar a nuestros hermanos que se encuentran en pobreza alimentaria.
Los donativos beneficiarán a la estrategia Hambre Cero Nuevo León, la cual es un esfuerzo interinstitucional para erradicar el hambre en nuestro estado y combatir el desperdicio de alimentos.
Esta colecta se llevó a cabo en las diversas parroquias del área metropolitana y los donativos se asignarán al Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey, para que a través de sus programas siga beneficiando y capacitando a las personas sobre cómo alimentarse de manera nutritiva.
Agradecemos profundamente a todas las personas que se sumaron a esta noble causa, gracias a sus valiosos donativos podremos beneficiar a más personas con pobreza alimentaria y que se encuentran por debajo de la línea de bienestar mínimo.
Si no pudiste participar en esta colecta, no te preocupes, puedes sumarte a los donantes recurrentes del Banco de Alimentos y juntos lograr que el hambre sea historia en nuestro estado.
¡Súmate, y logremos que quienes menos tienen, puedan disfrutar de alimentos nutritivos en su mesa!