¿Cuántas veces a la semana sucede en tu hogar que, al abrir el refrigerador, hay que tirar algo que ya nadie se va a comer? ¿Lo harías con la misma frecuencia si supieras que alguien no tan lejos de tu hogar está sufriendo hambre? El desperdicio de alimentos es una triste ironía que se vive en el planeta cada segundo.
El desperdicio de comida: un problema que nos rebasa
Un porcentaje de la población mundial tira a la basura el alimento que podría saciar a miles de personas. Y quizá en nuestros hogares no somos conscientes de las bendiciones que tenemos.
Mientras llevas esa bolsa de desperdicio de alimentos a la basura, piensa en lo siguiente: de acuerdo con el Banco Mundial, México tira a la basura 20.4 millones de toneladas de alimentos cada año. Esto genera una pérdida de casi 500 mil millones de pesos y 36 millones de toneladas de dióxido de carbono como contaminación.
Pérdida de alimentos vs. desperdicio de alimentos
Para atacar el problema del desperdicio de alimentos, se han identificado dos amplios campos de trabajo.
El primero corresponde a la merma que sucede entre la producción en el campo y hasta antes de llegar al minorista. En este ámbito se conoce como “pérdida de alimento”. Si la merma está del lado del minorista o consumidor final, se le llama “desperdicio de alimentos“.
En ambos casos hay mucho por hacer. Gobierno, empresas y comunidades debemos trabajar en equipo para optimizar procesos y recursos, sin embargo, es en nuestros hogares donde debe comenzar la acción.
Nuestro poder como consumidores marca la pauta para las empresas. Es posible evitar el desperdicio de alimentos si creamos conciencia en nuestras familias.
Reducir el desperdicio de alimentos, cuestión de consciencia
Tú puedes hacer el cambio en tu hogar. Organízate con tu familia y di no al desperdicio de alimentos.
¿Sabes lo que comes?
Interésate por saber cómo llegan los alimentos a tu tienda de costumbre.
Apoya a productores locales
Si quieres algo fresco y nutritivo, sin tanta envoltura ni transporte, opta por consumir local.
Haz una lista de compras
Planea tus menús con alimentos que disfruten todos, y en las medidas apropiadas para no más de una semana.
Cambia por una dieta más saludable
A todos nos hace bien una dieta sana, lejos de alimentos procesados, cerca de lo fresco. Evita la carne y los productos procesados, elige frutas y verduras para tus botanas y pan casero.
Mide las porciones
Permite que cada persona se sirva lo que quiera comer. Regularmente quien sirve lo hace de modo generoso, creando desperdicio de alimentos.
Evita descartar alimentos por cómo se ven
No desprecies las verduras o frutas ‘feas’. A veces están en oferta y puedes aprovecharlas para una sopa, una crema, un batido o un postre.
Viva el recalentado
Aprovecha lo antes posible aquello que quedó de la comida anterior y con eso, además de no desperdiciar alimentos también evitas gastos innecesarios.
Dona, dona y dona
Cáritas de Monterrey trabaja intensamente a través del Banco de Alimentos por erradicar el hambre en nuestra entidad. A través de alianzas, trabajo en equipo y la experiencia de nuestros nutriólogos, hemos logrado llevar alimento nutritivo y capacitar a muchas personas a lo largo de más de tres décadas.
El hambre es un problema que podemos resolver si todos participamos, súmate como voluntario o donante y apóyanos con un donativo aquí.