La pandemia por COVID sacudió a la humanidad entera. Después de ella, tenemos un panorama poco alentador para alcanzar las metas de desarrollo sostenible que los países integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) habían planteado para 2030. Poner fin al hambre entre la humanidad es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible más urgentes.
No es que falten recursos para garantizar la seguridad alimentaria en el mundo, y específicamente en México. Existen brechas muy amplias entre grupos sociales vulnerables, quienes no tienen acceso a una alimentación sana, servicios de salud, ni oportunidades de desarrollo. Al mismo tiempo, diariamente se desperdician toneladas de alimentos que podrían satisfacer las necesidades de nuestros hermanos. ¿Qué se puede hacer para acabar con el hambre y el desperdicio de alimentos? Solo el trabajo en sincronía de la iniciativa privada, gobierno y sociedad ayudará a poner fin al hambre en nuestra entidad y en el mundo.
¿Por qué es importante para las sociedades poner fin al hambre de los más vulnerables?
El hambre es la puerta abierta a enfermedades graves fácilmente prevenibles. La atención a estos enfermos genera cuantiosos gastos en servicios de salud comunitaria. Al mismo tiempo, el hambre limita el desempeño laboral y escolar de quienes la padecen. Poner fin al hambre implica individuos más sanos, más propensos a buscar el desarrollo y a luchar por oportunidades. Esto nos lleva a sociedades más equitativas, donde las oportunidades son más alcanzables para todos.
A 7 años del acuerdo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) suscritos por los países integrantes de la ONU, es urgente replantearnos la importancia de lograr las metas en cada uno de estos objetivos.
Todos son prioritarios, como la igualdad de género, la educación de calidad, acceso a servicios de salud dignos. En México, según estimaciones de la FAO (Food and Agriculture Organization), 3 de cada 10 personas sufren inseguridad alimentaria, principalmente mujeres y niños.
Poner fin al hambre, misión de Cáritas de Monterrey
A través del Banco de Alimentos, Cáritas de Monterrey ha trabajado de manera constante en erradicar el hambre en nuestro estado. Tan solo en 2021, gracias al eficiente trabajo de voluntarios y la generosa participación de empresas y la comunidad, se entregaron 5 mil 272 toneladas de alimentos y más de 6 millones de raciones de alimentos.
Cáritas de Monterrey ha brindado ayuda a otros Bancos de Alimentos, comedores comunitarios, entrega de despensas, entre otras.
A través de la estrategia Hambre Cero Nuevo León, Cáritas de Monterrey participa activamente para ponerle fin al hambre y hacer de Nuevo León la primera entidad en América Latina sin hambre, por lo que se lanzará un llamado a la acción mediante diferentes actividades enmarcadas bajo el nombre “Comemos Todos 2022”, a la que las y los ciudadanos pueden sumarse. Las distintas alianzas que forman parte de la estrategia Hambre Cero Nuevo León participarán en la realización de estas acciones.
Todos podemos sumarnos a este gran reto. Puedes hacerlo al redondear tu cuenta o hacer un donativo en tiendas de autoservicio participantes, donando en el sitio web www.hambreceronl.mx, en especie directamente en el Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey, así como participando como voluntario llamando al 81.13.40.20.90. ¡Súmate y juntos logremos que Nuevo León sea un estado en donde “Comemos Todos”!