Es parte de nuestra naturaleza orientarnos a la colaboración y la solidaridad. Pero desafortunadamente, nuestro presente nos desorienta entre tantas tendencias hacia lo superficial y lo desechable. Quizá por eso es tan importante en estos momentos darnos cuenta de la realidad social que vive nuestro país, la entidad y la comunidad en que vivimos.
¿Qué es la realidad social?
Nuestra vida transcurre en espacios pequeños, con un número limitado de personas con las que compartimos un nivel de vida, ciertas inquietudes o intereses. Pocas veces tenemos oportunidad de salir de nuestra zona de confort para descubrir la “realidad social”, aquella en la que no todos tienen lo esencialmente justo.
La realidad social está integrada por las realidades que viven las personas que forman parte de una comunidad. En ella convergen los puntos opuestos de valores, aspiraciones, carencias, también, abarca nuestra interacción global con la tecnología, los medios de comunicación, la religión, las esferas de poder y, por supuesto, el dinero. Todo ello crea esa simbiosis en la que cada persona trata de conservar su individualidad y lograr sus anhelos.
La de México es una realidad social muy apremiante. Existe mucha pobreza, carencia de necesidades básicas, como alimento, educación, salud, etc., un alto porcentaje de nuestros niños no cuentan con lo indispensable para forjar un futuro mejor. Este es un foco rojo importante, pues si no atendemos esta situación, tendremos una generación, con una realidad cada vez más contrastante y dolorosa.
¿Podemos hacer algo para cambiar la realidad social?
Retomando la reflexión inicial, en Cáritas de Monterrey sabemos que el ser humano tiende por naturaleza a la empatía y la solidaridad. De algún modo todos tenemos esta inquietud por mejorar la realidad social de nuestra comunidad, país y planeta.
A veces creemos que nuestra aportación sería mínima comparada con todo lo que hay que hacer, que es inútil. También es común suponer que se necesita mucho tiempo para dedicarlo al altruismo o a la ayuda social. La verdad es que cualquier aportación, por mínima que sea, ayuda, y que cualquier minuto que dediques a contribuir a la vida de otro, cuenta.
La realidad plantea muchos retos para los seres humanos. En este sentido se necesitan muchas manos, aportaciones, empatía y compromiso. Es un signo de los tiempos y nos pide participar, en la medida de nuestras posibilidades, pero con esa cualidad compasiva que hemos dejado perder.
5 cosas que puedes hacer para mejorar la realidad
- Observa tu entorno y trata de imaginar la vida de quienes te rodean. ¿Puedes imaginar sus angustias más apremiantes? ¿En qué se parecen a las tuyas? ¿Cómo te gustaría que otros te ayudarán?
- Dona siempre que puedas, aunque sea poco, aunque creas que no es útil, pues en realidad sí lo es.
- Transmite conocimientos a niños y jóvenes, enseña a leer, a cocinar, a usar alguna herramienta.
- Dedica tiempo a personas que no tengan compañía.
- No mientas, no engañes
- Haz cosas en beneficio de otros, sin esperar agradecimiento.
Si te sientes con la intención de tomar tu parte y mejorar la realidad en la que vivimos, visita Cáritas de Monterrey y conoce todas las formas para unirte en nuestros programas de voluntariado o donación. Solo contigo mejoraremos la realidad social y nos permitiremos soñar con un mejor futuro.