Ayudar al prójimo está fuertemente ligado a la esencia humana. La ciencia y distintas disciplinas han comprobado que esta actividad beneficia a quien la realiza quizá aún más que a quien recibe la ayuda. La química de nuestro cerebro, el bienestar emocional y mental mejoran drásticamente cuando realizamos acciones para ayudar a los demás.
El valor de ayudar a los demás
El valor de ayudar a otros es inconmensurable en tanto que nos conecta con Dios y con los sentimientos más nobles del ser humano. Las acciones para ayudar a los demás nos hacen crecer en empatía, en amor por el prójimo y en sabiduría. Nos permiten valorar las bendiciones que se nos han brindado, y reconocer la perfección en los tiempos de Dios.
Quizá alguna vez hayas querido ayudar y no funcionó como esperabas. Ayudar a las personas requiere una conciencia despierta y humilde para escuchar y aprender. Desde nuestras capacidades y virtudes, con mucho respeto, realizaremos acciones para ayudar a los demás conforme a ellos lo necesitan y lo piden. Pues no se trata de satisfacer a nuestro ego, sino de atender la necesidad de un hermano.
A continuación, enlistamos 10 acciones para ayudar a los demás:
- Apoyo emocional. Brinda tu tiempo y escucha a alguien que necesite platicar de su experiencia o problema. Hazlo sin juzgar, sin acaparar la conversación.
- Mira a tu alrededor. Una planta que necesita agua, un perrito que está perdido, un anciano solitario, un colega abrumado o una persona en aprietos. Acércate y saluda. Observa si es oportuno o es mejor retirarse.
- En casa siempre hay acciones para ayudar a los demás. Dedica unas horas a realizar tareas postergadas por otros y que facilitan la vida de todos en tu hogar.
- Tu sonrisa es siempre una gran ayuda para otros. Busca contagiar entusiasmo y amor a la vida, aun si es un desconocido, verte sonreír le hará sonreír también.
- Corresponde. Tú también habrás recibido ayuda en otro momento, nunca olvides a quien te extendió la mano y permanece atento a alguna necesidad que pueda tener.
- Felicita o reconoce lo bueno de cada persona. No tienes idea del trabajo que realiza cada persona en sus actividades, si alguien ha cocinado rico, díselo, si han hecho bien su trabajo, si lucen bien, si lo has visto realizar un esfuerzo adicional, reconócelo y dale ánimos.
- Sé amable con todos. Un gesto, la más mínima acción para ayudar a los demás, todo suma para un bienestar social que nos beneficia a todos.
- Sé generoso. Desde pagar el café de una persona sin hogar, ofrecer vestido a quien no tiene, o realizar donaciones a instituciones u organizaciones como Cáritas de Monterrey.
- Orar. No necesitas ir a un templo ni decir de memoria alguna oración. solo entra en tu habitación. Dios escucha en lo más íntimo de tu corazón. Pide por todos, por las necesidades de cada persona, incluso las de tus enemigos.
- Identifica en qué eres tan bueno que lo puedes ofrecer como servicio a la comunidad. Por ejemplo, enseñar matemáticas, conversar con ancianos, preparar comida, pasar tiempo con los niños, barrer una calle o limpiar una playa, coser ropa para los que no tienen, ser voluntario o incluso donar dinero.
Cáritas de Monterrey tiene una serie de programas en los que puedes participar y ofrecer tus talentos para ayudar al prójimo. Conócenos y descubre que la verdadera felicidad sólo deriva de ayudar a los demás.