Inmersos en la vertiginosa dinámica consumista del mundo, los padres de hoy, los que forman a los hombres del futuro, tienen poco tiempo y demasiados distractores para cumplir su importante misión.
Uno de los indicadores más tristes y alarmantes de esta realidad es la deficiencia alimenticia de los niños. El consumismo nos ha llenado de opciones de baja calidad, aunque muy llamativas y caras, para hacernos pensar que una despensa llena es garantía de una buena alimentación. Pero la alimentación en los niños es un cúmulo de decisiones y hábitos que comienzan desde la gestación.
Riesgos de una mala alimentación en los infantes
Los riesgos de una mala alimentación en los niños son muchos: desnutrición, obesidad, desarrollo irregular, bajo rendimiento escolar, secuelas graves en la adultez.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef por sus siglas en inglés, alerta sobre el bajo consumo de alimentos necesarios para el buen funcionamiento físico y mental.
Tristemente, solo el 42 % de los niños menores de 6 años reciben leche materna. En contraparte, la venta de fórmulas lácteas para bebés creció 72% entre 2008 y 2013. Adicionalmente, 45% de los niños de entre 6 meses y 2 años no comen frutas ni verduras y 60 % no come productos lácteos o proteínas (carne, pescado o huevo). Estas cifras son alarmantes para la alimentación en los niños.
Conforme crecen, los niños son expuestos a alimentos ultra procesados y a bebidas con alto contenido de azúcar. Las consecuencias de esta pésima alimentación en los niños son catastróficas: en la actualidad 1 de cada 5 niños en todo el mundo presenta un cuadro de sobrepeso.
Cómo fomentar la buena alimentación en los niños
Si eres padre de familia, consulta con un nutriólogo cómo debe ser la alimentación en los niños para consolidar el desarrollo de tus hijos. Recuerda que se educa con el ejemplo y que la alimentación en los niños debe ser variada e incluir frutas, verduras, proteínas e hidratos de carbono integrales. Finalmente, erradicar el refresco de la cotidianidad y dejarlos para algo eventualmente.
Todos los adultos debemos hacernos responsables por proteger la sana alimentación en los niños, los que son nuestros hijos y los que no. La educación y alimentación son los pilares de una infancia sana, de un futuro mejor. Por eso Cáritas de Monterrey trabaja en diversos programas a través del Banco de Alimentos.
Alimentar a los niños de hoy es sembrar nuevas posibilidades para el futuro. Tus donaciones nos permiten continuar con este gran esfuerzo por erradicar el hambre de nuestra entidad.
Si como nosotros estás convencido de que los niños son prioridad, comunícate con Cáritas de Monterrey y entérate cómo puedes ayudar.