A casi un año de que los primeros rumores del coronavirus llegaran de Wuhan, China, los cambios a causa de esta pandemia han permeado en todos los aspectos de nuestras vidas. Incluso el voluntariado, desde la forma en que puede realizarse hasta la cantidad de personas que lo requieren más que nunca. Sabemos que la situación económica reduce nuestro margen de acción, sin embargo si en tu corazón resuena el “quiero ayudar”, debes saber que en Cáritas de Monterrey hay muchas posibilidades de tender una mano a nuestros hermanos en situación vulnerable.
Seguir las reglas sanitarias es fundamental en todo momento. Quedarse en casa y salir exclusivamente para lo necesario reduce nuestro campo de acción. Pero afuera hay un creciente número de personas cuya situación de necesidad ha empeorado con la pandemia. Cáritas de Monterrey mantiene activos todos los programas para ayudar, por lo que puedes seguir donando recursos, ya sea económicos o en especie, como alimentos no perecederos o enlatados, medicamentos, productos de higiene personal, ropa buen estado y debidamente desinfectada, especialmente para la temporada de frío. Haz que ese “quiero ayudar” abrigue a quien lo necesita.
Quiero ayudar pero no sé cómo
En Cáritas de Monterrey puedes hacer uso de las herramientas en línea para hacer donativos. Puedes consultar el Portal de Casos de Ayuda de Cáritas de Monterrey para conocer la historia de personas que necesitan ayuda precisa para solventar una crisis o situación adversa.
O bien puedes hacer un donativo en línea para colaborar en cualquiera de nuestros programas de ayuda. ¡No necesitas salir de casa! Solo sigue las instrucciones para realizar una transferencia desde la seguridad de tu hogar. Nuestra misión como Cáritas de Monterrey es hacer que tu gesto de generosidad tenga el efecto multiplicador para llegar a más personas de manera eficiente.
Existe una razón por la que nuestro corazón clama “Quiero ayudar a la gente” en tiempos de crisis como éste. Donar es un acto de misericordia que beneficia más a quien la practica que a quien lo recibe. Nos hace sentir útiles para nuestra sociedad, nos acerca a Dios a través de nuestros hermanos y nos llena de esperanza por un futuro mejor.
Es una necesidad innata del ser humano la de sentir que forma parte de un grupo con el que puede colaborar. Aun a distancia, un acto de generosidad nos sigue alimentando el alma para seguir adelante. ¡Dona y sé parte de este movimiento de reconstrucción social!