Son muchos los llamados que hace Jesús en el Evangelio a la generosidad y la misericordia. No sólo porque nos acercan a Dios, si no por el vínculo fraterno que nos une con cada ser viviente en este planeta.
Somos hermanos, y una vez que somos conscientes de ello, nace en nuestro corazón el deseo de dar de comer al hambriento, por velar que todos estemos bien y ayudar si alguien se encuentra en peligro o vulnerable ante la adversidad.
Las obras de misericordia permiten atender a nuestros hermanos en sus necesidades espirituales, por ejemplo, enseñar al que quiera aprender, dar buen consejo a quien lo solicita, corregir los errores, perdonar al que nos hiere, consolar al que sufre, orar por los hermanos y ser paciente ante sus errores.
También podemos practicar la misericordia con sus necesidades físicas: dar de comer al hambriento y de beber al sediento, proveerles vestido y techo, ofrecer compañía al preso y atención al enfermo, y dar sepultura a los muertos.
Con todas estas acciones se distingue a quien busca el Reino de Dios y su justicia, y en la misma medida en que nos dedicamos a practicar la misericordia, así seremos atendidos en nuestras necesidades.
Por eso es tan importante hacer obras de misericordia y por eso es parte fundamental de la misión de Cáritas de Monterrey como organización. Desde hace 38 años trabajamos en diversos ejes para hacer más eficientes las obras de misericordia de nuestros hermanos y transformarla en alimento, abrigo, refugio y atención para los que se encuentran en situación vulnerable.
El Banco de Alimentos es uno de los logros más importantes de Cáritas de Monterrey, no sólo por la cantidad de alimento que procesa cotidianamente, si no por los voluntarios y colaboradores que hacen de cada recurso una esperanza de vida. El Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey colabora con otros bancos de alimentos para dar de comer al hambriento en todo México. Además, cuenta con programas propios como los Comedores de Cazuelas, que sirve alimento ya preparado en comunidades rurales y urbanas de escasos recursos, surte despensas a familias en situación vulnerable y brinda alimentación complementaria a niños que padecen algún grado de desnutrición.
¿Quieres ayudarnos? Necesitamos muchas manos para cumplir nuestra misión. Dar de comer al hambriento es una excelente forma de lograr un mundo más equitativo para todos. ¡Haz equipo con Cáritas de Monterrey!